Renace el referente de la prensa digital de Lorca, lo que en condiciones normales, en un país normal y en una ciudad normal, sería una magnífica noticia
Que Lorca Digital vuelva por sus fueros a pique de comenzar la Semana de Pasión no es una mala noticia para la mayoría. Para una minoría, sí. Y esa minoría es el punto de mira de este periódico, cuyo afán y leitmotiv es dar a conocer, sin censura y claridad, las noticias que casi todos los demás callan o tergiversan.
Hace ya tiempo que llegué a esa edad y a esa situación en la que todo me resbala; en palabras de un viejo amigo, he llegado al punto en que «me la suda». Ése es mi «peligro» y ésa es mi virtud, porque a otros los podrán callar, pero a mí no. Creo que no hace falta explicárselo a mis fieles lectores de siempre, los mismos que a lo largo de estos años me han animado a terminar con la hibernación de Lorca Digital.
No sé cuánto durará esta etapa de prórroga, porque como ya dije, «pa ser puta y no ganar ná…». Del sufrido lector dependerá, porque esta vez no pienso depender de patrocinadores publicitarios, que si bien jamás me exigieron una línea editorial diferente a la que considero debe primar aquí, con sus banners dispersaban la atención que quiero sea en exclusiva para lo aquí escrito; por mí y por quien tenga a bien enviarme sus aportaciones, como de costumbre.
Para ello, en breve, o cuando me dé la gana, daré la opción de que sean los lectores los que me permitan destinar mi tiempo a mi profesión periodísitica o escribiora, como cada cual quiera pensar y decir. Y lo haré con un enlace para que sean Ustedes, y vosotros, los que me premiéis o castiguéis por mi trabajo, enviando unas perricas cada vez que os saque una sonrisa, u os sorprenda con algo que os han contado de manera interesada. Del lector dependerá la supervivencia de este medio, no sólo con sus aportaciones en modo de comentarios, sino crematísticas, en forma de chichirrines, que diría mi tío Andrés; o de cash & carry, como diría «Pepe Telemag».
En la zona superior de la página habrá una pasarela de pago con tarjeta que remitirá al sufrido lector a una página externa, es decir, que los datos introducidos se harán directamente a través de su entidad bancaria sin que nadie más tenga acceso a ellos. Y para los que no la quieran usar, igual me da por poner un número de cuenta bancaria donde poder hacer una transferencia o ingreso en ventanilla. Todo llegará. O no.
Lo mismo hablaré y contaré sobre Jesús «El Zapo» que sobre otro cualquier lorquino de pro como «El Tetes» o Dimas Gimeno.
Se lo dedico al amigo Antonio «Neutro Total», tristemente fallecido, que tánto disfrutó con el viejo Lorca Digital.
También va por Ustedes. ¡Al toro!
Decíamos ayer…
FRANCISCO J. ÁLVAREZ-FAJARDO, escribior