Por el mar corre la liebre. Por el monte, la sardina
Primera tontuna: Llamar «corpóreo» a lo que de toda la vida dios ha sido un letrero, en dos dimensiones o en tres. Y como me aprieten (en Lorca, apreten), hasta en cuatro y ya hacemos futuro y seguimos diciendo tontunas. Lo dice la académica titular del sillón Ll (mayúscula), la pimpante Rosa María Medina Mínguez, nieta del eterno «alcalde de barrio del Barrio», valga la redundancia, quien fue acérrimo (en Lorca, cérrimo) defensor de un tal Miguel Navarro Molina, que tiene nombre de pasarela peatonal, no sé por qué. Esto último es mi contribución a la tontuna del día.
Segunda tontuna: Llamar «derivar» a lo que de siempre fue trasladar. Ya no es trasladar. El letrero, otrora en las alamedas y con peor aspecto, lo han derivado a la escuela-taller para recomponerlo inclusivamente, en blanco, porque es blanca, supongo y volver a derivarlo a otras coordenadas frente a la antigua discoteca Olga. Notición con que el servicio de publicidad y propaganda del Excmo. Ayuntamiento de Lorca, presidido por la señora de Pérez, de soltera Wals, nos sorprende. La académica, de nuevo, nos ilustra con el lenguaje inclusivo 2030 chachiguaypiruli. Lo de piruli se lo dedico a Juan. Ya sabe el sufrido lector: los mejores cubatas, en el Piruli. Pero no «derivemos» el asunto a temas tabernarios que en Lorca todo el mundo conoce. ¿Quién no ha ido al Piruli? Que levante la mano. Y no sigo con más tontunas de la ínclita que, si la cosa sigue degenerando, acabará de alcalda, alcalde, alcaldesa, alcatriz, o como le salga a ella de la nariz.
Tercera tontuna: Mire el lector dónde está el «corpóreo». Ahí no se aprecia pero, como el sufrido conductor lo esquive, se encontrará descendiendo al viejo lecho del canal de aguas turbias de Tiata (en Lorca, rambla, ramblar o ramblizo de Tiata), justo a la bajura donde el entonces príncipe heredero de la alcaldía lorquina, Manuel Soler, «derivado» a la vida civil sin miramientos, me dijo la tontuna, demostrada FALSA, de que era IMPOSIBLE porque interferiría en los riegos y blablabla. Pues ahí está, interfiriendo, don Manuel… Sí, sí, ahí, pegaíco al «corpóreo». Me explico, porque me temo que nadie me está entendiendo. Son las consecuencias de asistir al cucú, al Piruli, a la «recogida» del Paso Blanco (más dos horas de puta y desesperante recogida, Mirrín, que te lo tienes que hacer ver…), al puticlub de Begoña y vuelta al Piruli.
Años ha, cuando la «Ronda Central» era simplemente un papel, tuve la ocurrencia de proponer en la primera parte de Lorca Digital, con infografía incluida hecha con un rudimentario Photoshop, que en lugar de coger al Trincheras y encargarle rellenar el ramblizo -con la consiguiente molestia para el erario y para el vecindario- podían mantener la hondura y canalizar el tráfico por el propio lecho, sin más elevaciones ni leches. Pues no. Yo estaba loco y lo que proponía era una tontuna IMPOSIBLE DE REALIZAR.
El tiempo me ha dado la razón, casi como de costumbre. Me la ha dado a medias, conste, porque sí, la «Ronda» discurre por el lecho, pero «únicamente» entre el Puente Nuevo y el de Vallecas, que es JUSTAMENTE LO QUE APARECÍA EN ESA INFOGRAFÍA. El parecido con la realidad es asombroso. Lo han hecho con la excusa de mantener en su sitio, y en funcionamiento, el Puente de la Torta, por donde pasa mi Patrona. Al zagal de Vicente Rex y a los hereus de José Luis Aragón, entre otros, los han jodido porque delante de ellos pasa el tráfico a la altura de sus cabezas. Pedro del Vas, a medias, pero buena parte de los habitantes del Quijero se han librado de la casi totalidad de ruido del tráfico, que era la idea cuando aquéllo propuse. Incluso «techar» una parte y ajardinarla para solaz y recreo de lorquinos y viajeros. O usar el «techo» para lo que será el futuro vial del futuro «tranvibús», con ruedas. Al tiempo…
Sería un detallazo que don Manuel reconociera su error y que a la «Ronda», en ese piazo, y ná más que en ése, se rotulara un «corpóreo» con mi nombre y apellidos, con el apéndice de «escribior». Es una idea, señora académica, ediles todos, que para poner nombres de chorizos a infraestructuras varias… Estoy por hacer la solicitud al Registro General del consistorio, a ver qué me contestan. Igual me dice la académica que sí y me jode vivo, obligándome a volar 13 horas desde el cocotero bajo el que estoy escribiendo ésta mi Morada.
Mi defunto padre, que era mu de írsele tamién la olla, como a mí, propuso en Radio Popular de Lorca, siendo presidente del Resucitado, que las procesiones se trasladaran a la avenida de Santa Clara. No tardaremos mucho en ver algo similar. Lo mío fue «peor»: un «procesiódromo» al más puro estilo romano, junto al hoy «Pabellón Felipe VI» (léase, Felipe ví). Cosas de famiglia…
Francisco J. Álvarez-Fajardo, escribidor (en Lorca, escribior)