Hoy, día del padre, le dedico esta segunda Morada consecutiva en menos de 24 horas a los que lo son, a los que lo han sido, e incluso a los que no saben o no han sabido serlo
Es curioso que el día del padre se celebre el día de San José, que dicen las escrituras que no fue padre, aunque ejerció de tal, al parecer, porque desde que se descubrió por escrito su cornamenta, solo supimos que andaba buscando al zagal perdido y hallado en el templo, y poco más. Padre putativo. ¡Qué mal suena! Dicho lo cual, felicidades a Josés y Josefas, a Pepes, Pepas, Pepitos, Pepitas, Mariajosés y Josemaris.
Me va a permitir el sufrido lector que felicite hoy, no por el día del padre, sino por el que sería su 89 cumpleaños a mi progenitor no gestante. ¿Es así como se dice ahora? Es que me voy adaptando, a regañadientes, a los tiempos tan progres que corren… El que progenitó por otras vías a mi medio hermano pequeño que ahora debe andar por los treinta y tantos, tantos. Así que, Juan, ya te tocará la felicitación el día de tu santo. El día de tu santo es San Juan de la Cruz, para tu saber y gobierno. Probablemente, hoy te enteres de que te llamas así en honor a tu tío Juan, inspector de policía que fue, y padrino de boda de tu padre y el mío.
La banda. Con minúscula.
Una vez cubierta la parte lacrimógena, vayamos a la actualidad local. Me topé anoche, como por casualidad, con un escrito en un medio regional (medio es porque cuenta las cosas a medias) donde, por fin, tras unas horas publicado mi artículo sobre la NO banda municipal de música de Lorca, entra al trapo e intenta «explicar» de qué va esto de la banda y los bandidos, porque los «integrantes» de una banda son bandidos. De toda la vida. Los mismos bandidos que, en palabras de la escribiora del panfleto regional, «Los músicos de la Banda Municipal de Lorca exigen que se regularice su situación laboral«.
Los mismos que, a medias, dicen y hacen lo contrario de lo que afirma la escribiora: «no queremos ser funcionarios ni trabajar a jornada completa». ¡Los únicos españoles que afirman no querer ser funcionarios! A lo mejor, o a lo peor, el problema es que algunos de ellos ya lo son y como a la Inspección de Trabajo se le ocurra asomar, otra vez, el hocico por la banda, lo mismo se encuentran esos funcionarios con dos problemas: laborales y fiscales. Porque por ahí van algunos de los tiros. Prosigo «sin ánimo de ser exahustivo», como dice un medio lorquino llamado César Vidal, exiliado en USA por temas fiscales.
Afirma la escribiora: «Los integrantes de la Banda Municipal de Música llevan desde diciembre sin cobrar su salario por el conflicto laboral que mantienen con el Ayuntamiento.» Error. Ni son integrantes, sino trabajadores; ni son la «Banda Municipal de Música» (todavía); ni mantienen conflicto laboral alguno con ningún ayuntamiento. Lo mantienen con quien los tiene contratados sin contrato laboral, que se llama «Asociación cultural Taller de Música».
Efectivamente, llevan sin cobrar desde diciembre, porque en diciembre acabó el convenio con el Ayuntamiento y no se ha renovado, por eso cobraron la última «beca» en diciembre. Gracias, Antonio Manzanera, de parte de tus «esclavos».
Y prosigue la escribiora: «Los músicos han decidido dar la mayor visibilidad posible a su situación. En las últimas actuaciones, han colocado carteles ante las partituras de sus instrumentos con mensajes como: ‘Nuestro futuro está en el aire’, ‘¿Tú trabajas gratis? Nosotros tampoco’ y ‘Solución ya’.
Bueno, bueno, bueno… ¿Por qué todas y cada una de las veces que un músico ha denunciado ante Magistratura de Trabajo, antes, y ante la Inspección de Trabajo, después, la situación laboral de los «integrantes» le habéis dicho a los inspectores que estáis estupendamente bien y que no hay conflicto alguno porque estáis así VOLUNTARIAMENTE? Con vuestra muestra de sumisión a quien verdaderamente manda en la banda, a quien vosotros mismos denomináis como «el hijoputa», a quien hacéis el juego es a semejante «señor», en perjuicio vuestro. Tenéis lo que os merecéis. Ahora, a mamarla a otro. No sois más que una banda de discapacitados bajo la batuta del discapacitado mayor, que no es un insulto, según la Constitución, sino un halago.
Y, pregunto a mi antiguo director en Mapfre, Santi Parra: ¿Te has planteado dar curso a la ORDEN DEL PLENO que el rojerío , entonces en el desgobierno municipal, no dio curso? ¿Te has dado cuenta de que el mismo que acabas de concederle la Gracia de chupar un año más del bote municipal es el mismo que en CUARENTA AÑOS NO HA MOVIDO UN SOLO MÚSCULO por los conformistas músicos a los que él, y nadie más que él, ha dejado sin sustento y sin derechos laborales de ninguna clase? ¿No es cierto que es el «técnico en música», dependiente de ti, quien daba la orden MENSUAL de pago a los «integrantes» de la banda, con tu visto bueno y el de Tesorería e Intervención? ¿No es cierto que ese mismo «técnico en música» el que espanta moscas ante los músicos, con la batuta, AUTO IMPUESTO COMO «ENCARGADO DE LA BANDA MUNICIPAL» en el convenio que él se ha dado a sí mismo y que él ha provocado su NO renovación? ¿Son ciertas las purgas y denuncias judiciales entre varios músicos y su «director?
Santi, tu técnico te acaba de tirar encima tooooda la mierda que él ha tragado. Ahora, te la comes tú, por «facha», y se la comen los «integrantes», por discapacitados. A ver cómo toreas este morlaco; este manso, que esos son los peores, como bien sabe el hijo del alcalde en la sombra y nada ha hecho, salvo afirmar que va «librar un dinero». ¡Vaya usté a la mierda, libraor! Y con esto último no me dirijo a ti, Santi, por si no te había quedado claro, que tú te mereces, de momento, mi respeto.
Y, para cumplir con mi palabra de no ser exhaustivo, aquí lo dejo por hoy. Mañana, más.
Felicidades a Josefina Guevara y Mediavilla, estudiante de la vieja escuela de música, quien tuvo la buena cabeza de no querer formar parte de la banda, y la mala de casarse contra quien luego, felicísimamente, se divorció, que forma parte del núcleo duro del politburó banderil e hijoputeril.
Francisco J. Álvarez-Fajardo